26 de Marzo – Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino
La Organización Mundial de la Salud (OMS) registra que este es “el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes” al año.
Esta enfermedad es causada por el crecimiento descontrolado de las células del cuello del útero. “Tiene su origen en una infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH), que es una infección común de transmisión sexual que puede afectar a la piel, la zona genital y la garganta”, agregan desde la OMS. Y remarcan que este cáncer puede curarse “si se diagnostica en un estadio temprano y se trata con prontitud”
Por lo tanto, en esta efeméride, los expertos hacen hincapié en realizar las consultas profesionales a tiempo para abordar correctamente la patología. “Cuando se presentan síntomas o preocupaciones a cualquier edad, la detección precoz seguida de un tratamiento rápido y de calidad puede curar el cáncer de cuello uterino”, dice la OMS.
Para el doctor Andrés Humphreys (MN 8796), jefe de la sección de Patología del Tracto Genital Inferior del servicio de Ginecología del Hospital Británico de Buenos Aires, plantea que el cáncer del cuello uterino “es una enfermedad casi completamente prevenible. El culpable de este cáncer es un virus llamado VPH, una infección que casi todos quienes somos sexualmente activos, hemos contraído o vamos a contraer en algún momento de nuestras vidas y que, generalmente, nuestro sistema inmune resolverá”.
La OMS advierte que hasta un 95% de los casos de cáncer de cuello uterino se asocian a una infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que no ha sido debidamente tratada en el tracto genital inferior femenino. Esta patología puede tardar entre 15 y 20 años en desarrollarse en células cancerígenas, pero este período puede reducirse a entre 5 y 10 años en individuos con sistemas inmunológicos comprometidos, como aquellos que padecen de VIH sin tratamiento.
En tanto, los expertos de Mayo Clinic postulan: “Cuando empieza, el cáncer del cuello del útero puede no presentar ningún síntoma. A medida que avanza puede causar signos y síntomas como sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos menstruales o después de la menopausia; sangrado menstrual más abundante y de mayor duración de lo habitual; flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un olor fétido; dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales”.
En esa línea, el doctor Humphreys, quien además es vicepresidente de la Sociedad Argentina de Patología del Tracto Genital y Colposcopia, enfatizó: “Hoy en día contamos con una vacuna altamente eficaz para prevenir la infección por VPH, y está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para niños y niñas a partir de los 11 años. Es obligatoria y gratuita. A su vez, existen hoy pruebas de VPH que nos permiten detectar la enfermedad precozmente, con alta sensibilidad. Y finalmente, tratamientos altamente efectivos para estas lesiones precursoras del cáncer. Con la vacuna, detección precoz y tratamiento oportuno, están dadas todas las condiciones para que este cáncer, que se cobra la vida de alrededor de 2000 mujeres por año en nuestro país, pueda ser prácticamente erradicado. Es imprescindible mancomunar esfuerzos para que esta anhelada meta se pueda alcanzar”.