Semana Mundial de la lactancia Materna
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF en 1992, es actualmente el movimiento social más extendido en defensa de la lactancia materna.
Cuando los bebés son amamantados, encuentran una fuente de seguridad, comunicación, abrazo y tranquilidad, y gracias esta cercanía, también un ámbito propicio para relajarse y dormir. Por eso, es esencial que la comunidad apoye esta práctica. Esto incluye a la pareja, la familia y el entorno cercano, quienes deben colaborar en la distribución de las tareas domésticas y de cuidado compartido; y también a los lugares de trabajo y estudio, que deben ofrecer licencias, espacios para la extracción de leche y horarios flexibles para alimentar al niño.
Amamantar es recrear momentos de cercanía que contribuyen a la salud integral del bebé, ya que el tacto es el sentido más implicado en el desarrollo cerebral de los niños. Incluso si no se alimenta del pecho, existen formas de administrar la leche materna que le permiten al bebé participar activamente en su alimentación y a la vez generar ese vínculo sensorial, visual y afectivo con quien lo alimenta.
Esta semana dedicada a la temática es una iniciativa organizada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA), se celebra en 170 países y es acompañada por SENAF a través de la Subsecretaría de Políticas Familiares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida (sin incluir agua, jugos o infusiones, ni alimentos) donde se empiezan a incorporar, progresivamente, alimentos apropiados a la edad. Además, se sugiere mantener la lactancia hasta los dos años e incluso más.